miércoles, 5 de noviembre de 2014

El teatro barroco. La comedia nacional

         En el siglo XVII en Europa existen fundamentalmente tres modalidades del espectáculo teatral: un teatro religioso, impulsado por la iglesia con motivo de las grandes fiestas; un teatro cortesano, inspirado en la comedia clásica y que se representa en las cortes de los grandes señores; y un teatro popular, protagonizado por comediantes profesionales que recorren las plazas y calles de las principales ciudades. Será precisamente esta última modalidad la que alcance mayor auge en España (y también en Inglaterra).
        Así pues, el teatro español, nacido al igual que la mayor parte del teatro europeo en los atrios de las iglesias, con el tiempo pasa de las plazas públicas a unos espacios específicos, los corrales de comedias, creándose un teatro vivo y popular, libre de las normas clásicas, que mezcla lo trágico y lo cómico y con un verdadero sentido nacional. Este teatro de raigambre popular, dirigido al gran público, será defendido por uno de los principales dramaturgos de esta época, Lope de Vega, que en su texto ensayístico Arte nuevo de hacer comedias, establecerá las normas adecuadas al teatro del momento.
         No hay que olvidar, sin embargo, que el teatro del siglo XVII, concebido para satisfacer a un público heterogéneo, tiene que hacer además frente a una época de extrema crisis, por lo que este espectáculo perseguirá dos objetivos fundamentales: por un lado, entretener al pueblo; y, por otro, difundir la ideología de las clases dominantes (el absolutismo monárquico, la religiosidad tradicional, la limpieza de sangre...) y así contribuir al mantenimiento del orden político y social.
         Os dejo aquí una buena presentación sobre el teatro barroco y la comedia nacional:
       

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